Formadas por equipos multidisciplinares de personal sanitario y no sanitario, nos desplazamos al interior de los territorios indígenas para atender las necesidades de salud de los miembros de la comunidad y supervisar el trabajo realizado por los promotores de salud.

Durante las brigadas sanitarias realizamos un control de salud de toda la comunidad con especial hincapié en los niños, los más afectados por la falta de higiene y agua potable en la zona. Se realizan 3 brigadas al año en cada río, para luego enlazar con el trabajo de los promotores de salud.

Dada la carencia de personal sanitario en las zonas aisladas, era imprescindible la formación en materia de asistencia en salud básica de sus poblaciones para poder atender a los comunitarios durante el tiempo que no estamos en sus comunidades

Las personas que reciben esta formación son previamente elegidas por los miembros de las comunidades y se les enseña a diagnosticar, a manejar las patologías más leves y a estabilizar las enfermedades graves que requieran de evacuación de su comunidad. Ellos son también los encargados de gestionar los botiquines.

Antes de nuestra llegada a la selva, existía un alto índice de mortalidad y morbilidad en la zona. Con este proyecto hacemos llegar a cada comunidad un botiquín con medicamentos básicos. Los promotores de salud son los responsables de su uso.

Para entregar el botiquín a la comunidad, los comunarios tienen que construir una pequeña posta, donde trabajará el promotor de salud y donde se alojarán los medicamentos y la radio de comunicación.

La incidencia de la enfermedad mucocutánea en nuestra zona de actuación es muy alta. Esta enfermedad la transmite un mosquito y aunque inicialmente no parece grave, a los meses o años puede afectar a los cartílagos, destruyéndolos e impidiendo que se puedan alimentar, lo que les lleva a la muerte.

Durante las brigadas sanitarias detectamos todos aquellos posibles casos, pero como el tratamiento es muy agresivo no se puede realizar en las comunidades, por lo que una vez al año los trasladamos a la posta de salud de referencia (La Pascana), en San Ignacio de Moxos. Durante un mes los pacientes, acompañados por sus familiares, reciben el tratamiento pertinente con el respectivo control y monitoreo de las complicaciones derivadas de éste.

La educación para la salud es una de nuestras principales líneas de acción. Trabajamos en proyectos de salud buco dental (entrega de pasta de dientes y cepillos), en higiene (enseñando a construir letrinas y a mejorar la higiene diaria), en salud sexual y reproductiva (planificación familiar y entrega de métodos anticonceptivos) y en prevención de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue o leishmaniasis (entrega de mosquiteras).

Actuamos dando prioridad a aquellos casos que necesitan de una atención inmediata. Debemos actuar de manera urgente y no podemos tener contempladas y previstas estas urgencias en nuestros programas de trabajo anuales. Se trata de casos que requieren de una asistencia sanitaria inmediata ya que existe un claro riesgo vital. Detrás de los gastos y números están seres humanos en situación sanitaria crítica. Gracias a las donaciones y a los “teamers” podemos afrontar estos casos difíciles que conllevan situaciones sanitarias muy complejas.

Trabajamos para mejorar la salud de la mujer mediante campañas de detección precoz de cáncer de cuello uterino. Llevamos a cabo controles de embarazo para reducir los problemas relacionados con éste y formamos a parteras tradicionales en hábitos de salud higiénicos y buenas prácticas. Además, aportamos información a todas las mujeres de la comunidad en planificación familiar y empoderamiento de sus derechos sexuales y reproductivos.